viernes, 2 de agosto de 2013

Capítulo 8

Después del portazo que había dado Kate salí de mi habitación y me dirigí a la cocina para comer algo. Me hice un sandwich y me fui al salón a ver la televisión.


No le preste mucha atención a lo que estaban poniendo ya que estaba pensando en Niall, no me podía estar enamorando de él, no. ¿Y si Kate al final no se iba con Ashley y se quedaba con Niall? No sabía que hacer, esta confusa. 


Después de terminarme el sandwich mientras estaba en mi mundo llamé a Niall. Espere unos segundos hasta que descolgó el móvil.


-Hola, Emma, ¿qué pasa?


-Hola Niall, ¿esta Kate allí?


-No, ¿por qué lo preguntas?- Kate había elegido a Niall, seguro, había pasado unos veinte minutos, seguramente estaba hablando con Ashley o con otra de sus amigas.


-Nada, es que se ha ido, seguramente estará con una de sus amigas.


-¿Y te ha dejado sola?


-Sí, pero no pasa nada...


-Lo siento, ¿quieres que valla? Así podré hacerte compañía.


-En cinco minutos estoy allí.-Y seguido de aquello, colgó.


******


Estaba con Niall hablando sobre estupideces mientras comíamos comida basura, era muy gracioso.


-¿Quieres salir o quieres qué nos quedemos aquí a ver una película?- dijo Niall.


-Prefiero salir.


-¿Irás así?- dijo mirándome de arriba a bajo, pues llevaba simplemente una camisa que me llegaba por debajo de las rodillas, era una de mis camisas favoritas ya que me la había regalado Mark cuando había ido a su casa.


-Claro, ¿por qué no?- Bien, así estaría más tiempo con él. No sabía lo que quería, si enamorarme de Niall o que... Pero que él viniera a mi apartamento no era nada malo.


-¡Claro qué no! Ahora vengo- y seguido de aquello subí las escaleras para llegar a mi cuarto, antes de entrar me di la vuelta y miré a Niall-. ¿A dónde iremos?


-Ponte algo casual- y no me dijo nada más.


Entré a mi cuarto y me puse un top de estampado étnico, unos shorts azul marino de puntilla y unas bambas del mismo color de los shorts bordadas.


Me puse un poco de rimel y  labial rosa. Me eché un poco de perfume y bajé.


-¿A dónde iremos?- dije cuando estábamos en el coche.


-Aun es temprano, podemos ir a comer algo.


-No tengo mucha hambre.


-Bueno, ¿quieres qué te presente a algunos amigos?


-Claro- no sé porque pero pensé en Harry, ¿y si él era uno de sus amigos? Por el poco tiempo que lo conozco me llevo fatal con él, y eso que solo fueron cinco minutos-. ¿No crees que deberíamos llamar a Kate? Ya sabes, para avisarle...


-Mientras que te cambiabas la llamé, dice que estará en casa de Ashley, también dijo que puede que se quede a dormir allí.- ¿Kate le iba a poner los cuernos a Niall? No, seguro que fue a aclarar las cosas.


*****


Estábamos en casa de uno de los amigos de Niall, en la casa de Zayn. Niall me dijo que Zayn era muy amigo suyo. Y como no, allí estaba él, el chico del pelo rizado, Harry.


Habían dos chicos más, Louis y Liam. Louis era muy gracioso, tenia unos ojos azules muy bonitos, era alto de costestura delgada, tenía el pelo castaño con flequillo y de piel bronceada. Liam, este era reservado, al igual que Louis, era alto,  flaco, de pelo castaño, ojos cafés, musculoso,  de piel blanca, con unos labios carnosos y algún que otro lunar.


Me lo estaba pasando bien, pero Harry me miraba mal, se levantó y se fue a la cocina, yo hice lo mismo y así hablar con él.


-¿Pero qué te pasa? ¿Por qué me ignoras?- dije mientras me acercaba a Harry. Él estaba de cuclillas en la nevera cogiendo una cerveza.


-¡No me llames pija!- Harry se dio la vuelta y me miró, estábamos a milímetros.


-Lo has hecho mal, eso se parece a una...- dije mientras pensaba en el adjetivo adecuado- niñita de papá o algo parecido.


-Tienes ese tono de pija que no aguanta ni dios.


-¡No me llames pija!- dijo este intentando imitarme.


-No, lo he hecho genial, así eres tú.-Harry se acercaba poco a poco, como si me fuera a besar.


Puso su mano izquierda en mi mejilla mientras que con la derecha dejaba su lata de cerveza en la encimera para poder cogerme de la cintura y pegarme a él. No sabía como reaccionar, Harry no me gustaba pero nadie se podría resistir a ese magnifico dios griego. Sus labios rozaban los míos con delicadeza, puse mis brazos alrededor de su cuello y me besó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario