viernes, 12 de julio de 2013

Capítulo 7.

Al despertar sentí un gran dolor de cabeza. Estaba en una habitación que no era mía, tampoco era la habitación de Kate, ya que parecía ser más de chico. Era grande y estaba todo ordenado y bien decorado. Me di la vuelta y me encontré con un chico, el mismo chico que vi ayer, pude ver que tenía el torso al descubierto y tenía muchos tatuajes. Vi por debajo de las sabanas, aun tenía el vestido de ayer, en cambio el  solo tenía la parte de abajo del pijama, eso era buena señal, no habíamos hecho nada.

Le di unos toques en el hombro para que se despertara. Pero no me hacía caso. 

Pensé en irme pero antes busqué algo con el que darle las gracias por lo que hizo e irme. Encontré una pequeña libreta y un bolígrafo en uno de los cajones, arranque una hoja y le escribí lo siguiente:


 "Hola, soy Emma, la chica que, no se si te acordarás, pero, creo que fuiste tú él que ayer, en la fiesta de Niall, me llevaste a tu casa. Solo quería decirte gracias, espero volver a verte.                                                  Besos, Emma."  


Cogí mis zapatos, al salir del cuarto, cerré la puerta con cuidado y me dirigí a la puerta principal, me puse los zapatos y salí de su casa dirigiéndome a la mía.


Iba a llamar a Kate hasta que me acordé de que me había dejado el móvil en casa de Niall. Entonces decidí ir a su casa.


Al llegar toqué el timbre unas cuantas veces y me encontré a Niall despeinado solamente con la parte de abajo del pijama, ¿acaso todos los chicos se ponían solo los pantalones? Se veía tan mono y sexy a la vez.


-Emma... ¿Qué haces aquí? ¿Y con la misma ropa de ayer?

-Sí, lo sé, no me fui al apartamento...- vi como Niall ponía los ojos como platos- No hice nada, tranquilo.

-Ah, ¿y qué haces aquí?

-Me dejé el móvil. ¿Puedo pasar?

-Oh claro- dijo poniéndose a un lado para que pudiera entrar.

Fui hasta donde había dejado el móvil, estaba allí en perfecto estado.

-Emmm... Gracias- no me quería ir de allí-. ¿Y tus padres?

-Pues están divorciados- dijo agachando la cabeza, iba a pedirle disculpas por haberle preguntado aquello pero siguió hablando-. Mi padre no para de viajar y mi madre vive en Londres ya que su empleo esta allí, y yo vivo aquí desde el año pasado por la universidad.

-¿En Londres? ¡Yo soy de allí!- dije con una gran sonrisa.

-Oh, que coincidencia. ¿Quieres desayunar algo?

-Claro- ¡bien! Me hubiera puesto a bailar, pero no quería que pensará que tenía un retraso mental-. Un momento, voy a llamar a Kate para avisarle de que estoy aquí. 

-Vale- dijo mientras se iba a la cocina.

Marqué el número de Kate, y al segundo toque me respondió.

-Emma, ayer me pasó algo extraño.

-¿El qué?

-Te lo cuento cuando llegues, ¿dónde estas?

-Al principio estaba en casa de un desconocido- Kate hizo un silbido, supe en que estaba pensando- no paso nada.

-Ahhh, ¿y ahora?

-En casa de Niall, me olvidé el móvil aquí.

-¿Vas a desayunar allí?

-Supongo...

-Vale, adiós- y colgó.

-Una pregunta Niall...- él se giró- ¿Sabes quién era el chico de ayer? El que giró la botella la primera vez. Era moreno, alto, con muchos tatuajes...

Niall se quedo pensativo.

-¡Ah! Es Zayn. ¿Por qué lo preguntas?

-Estuve en su casa- le conté lo que recordaba de la noche anterior y lo que me había ocurrido una media hora antes.

-Que raro que Zayn haga eso, bueno, ten cuidado con él. Es de esos chicos a los que, cuando llegan a tener novia, solo les importa el sexo, pero es un buen amigo.

-Tranquilo, no me líe con él.

-Más te vale.

-¿Estas interesado en él?

-¿Zayn? ¿Me tomas por gay?

-No,  jaja- después de lo que vi ayer, no.

Desayuné con Niall mientras hacíamos tonterías y nos conocíamos más.

-Bueno, me tengo que ir-dije sin ganas.

-Adiós.

Fui hasta la puerta principal, Niall me acompañó.

-Gracias- le di un beso en la mejilla.

-Cuando quieras, ya sabes, puedes pasarte por aquí.

-Vale- le dediqué una sonrisa y me fui al apartamento.


Al llegar toqué el timbre y Kate me abrió, iba despeinada y llevaba uno de sus pijamas puestos.

-¡EMMA!

-¡No grites!

-Lo siento...

-¿Qué querías decirme?- dije pasando.

-Es algo sobre ayer- hizo una pausa-. ¿Te acuerdas del juego de ayer?

-Sí.

-Pues, a mi me había tocado con Ashley...- Entré a mi cuarto acompañada de Kate y busqué algo cómodo para ponerme dentro de casa.- Bueno, y...

-¡Kate! Dilo ya.

-¡Nos besamos!

-¡¿Qué?!

-Y me gusto el beso, pero no se que significó.

-Kate estas con Niall.

-Lo sé, llevo con él desde el año pasado, no sé que hacer, ayuda- a mi me gustaba Niall, pero eso no significaba que le iba a decir que rompiera con él y se fuera con Ashley para que yo pudiera liarme con este.

-¿Y si sólo fue un beso de nada?

-¡Kate!- le interrumpí- A mi no me metas en esto, apenas te conozco. No te puedo dar ningún consejo, lo siento.

-Se me olvido decirte que Ashley es bisexual, y no fue un beso, fueron unos cuantos, creo que Ashley me gusta.

-Habla con Niall.

-Oh si, iré a su casa y le diré: Hola Niall soy lesbiana, tenemos que romper, adiós.-dijo con sarcasmo.

-¡No! Haber, Kate, tranquilízate.

-Vale- dijo respirando ondo.

-Algún día tendrías que romper con él. Puede que ese día haya llegado.

-Pero también me gusta Niall.

-Pues sigue con él.

-Pero, ¿qué pasa con Ashley?

-Estabais borrachas.

-¡Pero...!

-Vale, es verdad, tienes razón, no te voy a meter en esto- seguido de aquello, se fue del apartamento dando un portazo.

jueves, 4 de julio de 2013

Capítulo 6.


La verdad, es que estaba triste, pero seguía con aquella sonrisa, que ahora era falsa. Saludé a Niall y entré a su casa, que mas bien era una mansión, pero era normal ya que en Manhattan había mucha gente rica.

La fiesta había comenzado apenas unos minutos y ya había mucha gente, unas veinte personas.

-Emma, ¿qué quieres beber?- dijo Kate.


-Pues... una Coca-Cola- le respondí amable, no le iba a tener rencor, ella no tenía la culpa de nada, es más, nadie tenía la culpa de que estuviera enamorada de Niall.

-¿Enserio?

-¿Qué?

-No te vas a tomar una Coca-Cola, estas en una fiesta.

-Es que yo no tomo alcohol.

-Siempre hay una primera vez, toma- dijo Kate ofreciéndome una copa de vodka-. Te gustará.

Cogí la copa en la que había vodka y le dí un trago, la verdad es que no estaba tan mal. -Ven, te voy a presentar a algunas personas- Kate me cogió del brazo y me llevó hasta un grupo en el que habían tres chicas-. Hola, os presento a Emma, es mi compañera de piso y es nueva en Manhattan, Emma estas son: Ashley, Esther y Jade.

-Hola- dije un poco tímida- Ashley era rubia alta, tenía unos ojos azul marino, parecía maja. Esther era alta, era castaña y tenía unos ojos verdes, esta parecía divertida. Y por último Jade, ella era de altura mediana, con un pelo color miel, casi pelinaranjo, por así decirlo, era un poco tímida, como yo.Hablamos por un rato, en eso, mi bebida se había acabado y fui a por una copa más.

 De repente, la música ya no sonaba. Pude ver que la gente se sentaba en el suelo formando un círculo. Yo me senté al lado de Kate y de Esther, la chica que había conocido hace unos segundos atrás.

-¿Jugamos a prueba o verdad?- dijo Niall, todo el mundo asintió.

-Podemos jugar a otra cosa- todas las personas que se encontraban en la sala me prestaron atención-. Es más o menos lo mismo, pero, cuando la botella señalé a las dos personas- dije señalando la botella que se encontraba en medio del círculo-, tienen que meterse en un armario por cinco minutos- la gente parecía interesada, así que al final jugamos aquel juego. Un chico salió del círculo para llegar hasta la botella y así hacer que girará, este era moreno, tenía muchos tatuajes en el cuerpo y era sexy, y volvió a su sitio. La botella señaló a Ashley y a un chico más. Y así, con diferentes personas, habían muchos armarios en aquella casa, habían unos cuantos que pasaban de jugar y se ponían a contar los minutos cada vez que le tocaba a alguien. Hasta que me tocó ami con un chico de pelo rizado, con unos ojos color esmeralda, tenía cara de pocos amigos, la verdad es que no sabía porque estaba jugando.

Nos dirigimos a uno de los armarios y nos metimos los dos juntos.

-Me llamo Emma- dije para romper el hielo.-Ajá.

-¿Por qué estas jugando si ni siquiera te apetece?

-Mis amigos me obligaron.

-¿Cómo te llamas?

-Harry, ahora dejame en paz.

-Antipático.

-Pija- después de aquello no hablamos más, los cinco minutos pasaron y yo ya iba por mi tercera copa, que ya estaba apunto de terminarse, estaba borracha y apenas podía controlarme. Cuando ya iba por la cuarta copa de vodka mi vista empezaba a estar nublada, hacía mucho calor, me senté en uno de los sofás y así tranquilizarme, pero no podía, salí de la casa de Niall y así poder a mi apartamento, pero poco a poco me iba mareando, hasta que mi vista se tiñó de negro y... sentí como unos brazos me llevaba en volandas a no sé donde.